¿Reformar para vender o para vivir?
Adquirir una casa por un bajo precio y en un punto estratégico puede ser un gran negocio si se piensa reformarla para venderla o, en su defecto, para vivir en ella. Reformar una vivienda puede hacer que esta aumente su valor en un 10%, o incluso más. Es por ello que se debe considerar detenidamente qué es más factible: reformar para vender, o reformar para vivir.

Si deseamos vender…
En cuanto a la venta de casas, en toda España en general la competitividad viene siendo notoria. Por tanto, una reforma puede hacer que la vivienda destaque sobre las demás, haciendo que aumenten sus posibilidades de venta y que ocupe una mejor posición. Según las estadísticas, las reformas deben centrarse en los aspectos a los que le dan más importancia los compradores, como son las cocinas y los baños. A pesar de que una reforma no aumentará el precio de la vivienda excesivamente, sí logrará mejorar la apariencia estética de la misma, causando una mejor presentación que contribuye a una venta más rápida, ya que aumenta también su atractivo.
Otro aspecto a considerar es si se cuenta con el capital necesario para efectuar la reforma, ya que, si la casa se va a vender, la reforma debe realizarse con el fin de impactar en el mercado, y de no ser así, el precio de venta puede situarse en posiciones muy bajas. Por tanto, una casa antigua puede renovarse de manera que adquiera más valor y así generar ingresos remuneradores.
Además, mediante la venta se permite realizar una inversión que puede servir para la compra de otra casa nueva u otro tipo de inmueble, pero la finalidad de la reforma debe ser que, en el momento de vender la casa, esta genere una ganancia. Esto depende de los precios del mercado, los cuales pueden variar en ocasiones. Por tanto, hay que evaluar correctamente los aspectos que indican si es realmente rentable y cuál es el momento oportuno para realizar la venta.

Si deseamos vivir en ellas…
Las reformas en la vivienda si el objetivo es residir en ellas son, en cambio, las que normalmente obtienen resultados que se disfrutan a largo plazo. Al añadir toques modernos el ambiente adquiere mejoras y esto resulta en general aconsejable, logrando cambios que pueden remodelar la vivienda drásticamente. No obstante, si se estima que es preferible comprar otra casa a realizar reformas en la actual, se recomienda que en este caso la reforma adquiera otro enfoque: la venta, y no para vivir.
En definitiva, reformar para vender o para vivir puede estar condicionado por diversos factores, pero si al analizar el mercado se estima que la venta de la casa reformada generará una mayor ganancia que pérdida, es una alternativa factible. Bien que, reformar para vivir, también puede ser una buena decisión si se planea residir a largo plazo en esta, ya sea por su ubicación o distribución idónea. Si la casa ya posee cierto potencial, con una buena reforma se puede lograr un resultado aún mejor que comenzar en una nueva vivienda. El resultado de la misma no solo mejorará las condiciones de vida notablemente, sino que también desplegará la posibilidad de revalorizar la casa para una futura venta, teniendo todas las de ganar.
